Una guía para amantes del vino a Franschhoek, Ciudad del Cabo

Una guía para amantes del vino a Franschhoek, Ciudad del Cabo
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Vídeo: RUTA DEL VINO - AVENTURA SUDAFRICA CANAL OFICIAL 2024, Julio

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Anonim

Junto con Burdeos, Santorini y Toscana, Ciudad del Cabo es uno de los mejores destinos del mundo para la degustación de vinos, y la región de Franschhoek en el Cabo Occidental es el lugar perfecto para descubrir viñedos centenarios.

Franschhoek, uno de los asentamientos más antiguos de Sudáfrica, con una historia de 300 años, es una visita obligada por su arquitectura holandesa del Cabo, su escena gastronómica y su vino. Su paisaje culinario la ha consolidado como la capital gastronómica del país, mientras que su Valle del Vino es uno de los más populares para visitar en Sudáfrica.

Tbe Franschhoek Wine Tram es la mejor manera de explorar el Valle del Vino de Franschhoek © Culture Trip

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Sus raíces se remontan a los refugiados hugonotes franceses en 1688, el Valle del Vino de Franschhoek está lleno de historia, con la mayoría de las granjas que aún conservan sus apodos franceses y algunos todavía cuentan con su granja holandesa. Hay más viñedos de los que puede contar con dos manos, que abarcan desde bodegas boutique hasta grandes bodegas. Entre ellos se encuentra una de las primeras granjas hugonotes, La Bourgogne, que se especializa en sémillon, chardonnay, malbec y shiraz; la finca vitivinícola Holden Manz de 22 hectáreas (54 acres), que cultiva cabernet sauvignon, shiraz y merlot; y Le Lude, de gestión familiar, que se especializa en vinos espumosos embotellados. ¿Y la mejor manera de explorar estos, junto con muchos otros? En tranvia.

Reserve con anticipación un boleto de un día para un recorrido turístico en el Tranvía del Vino de Franschhoek y tendrá dos opciones para viajar: un tranvía de ferrocarril de estilo vintage o un autobús de tranvía al aire libre, con vistas al pueblo histórico y montañas circundantes garantizadas entre paradas. En las bodegas, puede esperar una variedad de cosas que hacer, incluyendo visitas a bodegas, degustaciones de vinos con maridajes de queso y chocolate o la posibilidad de tener un pícaro picnic. Además, si algunos vinos despiertan su interés, puede comprarlos y dejarlos con el anfitrión del tour para que los recoja al final del día. Amantes del vino, ¡regocíjense!