Fabrice Monteiro y su lente multicultural

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Fabrice Monteiro y su lente multicultural
Fabrice Monteiro y su lente multicultural
Anonim

La impresionante producción del fotógrafo Fabrice Monteiro es intrínsecamente multicultural, y sus obras son un puente entre África y Europa, así como entre los mundos de la fotografía de moda y la fotografía callejera. La reutilización original de Monteiro de la cultura local le permite transmitir mejor el mensaje de sus proyectos a la gente local.

Historial de trabajo

Nacido de padre beninés y madre belga, Fabrice Monteiro aporta la influencia de ambas culturas a cada una de sus obras. Como no se siente perfectamente en forma con ninguno de los dos, el artista prefiere crear su propio mundo, que refleje su personalidad e historia. África, con su cultura, sociedad y religión, es siempre su principal fuente de inspiración. Los recuerdos de las ceremonias religiosas y los rituales vudú de su infancia beninesa se reflejan en la frecuente presencia de espíritus en sus fotografías. Monteiro mismo define su enfoque como un "intermedio", un puente; dispuesto a evitar representaciones exóticas de África, mantiene su perspectiva personal y multicultural, y los resultados están lejos de las imágenes clásicas de África a las que los individuos pueden estar acostumbrados.

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Pero sus proyectos no son solo un puente entre dos culturas: Monteiro, de hecho, comenzó su carrera como modelo y reutiliza los códigos de moda en su trabajo. Como resultado de estas influencias, sus imágenes están verdaderamente diversificadas, pasando de la moda a la fotografía callejera. Mientras que el primer tipo de trabajo es más artificial y conceptual, con mucha puesta en escena, el segundo es más documental, pero aún concebido con un objetivo preciso.

En 2007, después de una carrera como modelo, Monteiro comenzó a trabajar en el otro lado de la cámara gracias a Alfonse Pagano, un fotógrafo y amigo estadounidense que le otorgó acceso a su estudio en la ciudad de Nueva York. Monteiro se dio cuenta de que, después de haber observado durante muchos años a los fotógrafos con los que había trabajado, había acumulado suficientes conocimientos para poder comenzar su propia práctica fotográfica.

Naturalmente, comenzó a tomar fotos para el mundo de la moda, que abandonó rápidamente en favor de temas más personales. La obra Marrons, dedicada al tema de la esclavitud, se origina en la historia de su familia y de Benin. 'Monteiro', de hecho, es un apellido portugués, dado a uno de los antepasados ​​del artista cuando fue deportado a Brasil y que mantuvo cuando regresó a Benin. Este país, que también era un puesto avanzado de trata de esclavos, era visto como el escenario natural de este trabajo, porque los benineses todavía tienen un gran parecido facial con las personas que terminaron en Haití y Jamaica.

Documentos e imágenes antiguas fueron la inspiración para estos retratos fuertes de personas encadenadas. El objetivo de Monteiro era confrontar a las personas con un capítulo oscuro de la historia humana para recordar lo que los seres humanos pueden hacer a los demás en nombre del dinero. Por esta razón, los grilletes utilizados tenían que ser lo más realistas posible.

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