La primera e inmediata impresión de libertad de un hombre al salir de prisión es nuestra selección de Vanuatu para nuestra Antología Global.
La gigantesca masa de hierro se deslizó detrás de él y cerró un año de detención. Los últimos sonidos resonantes de sus ruidos metálicos marcaron un nuevo comienzo para Tôghàn. Una vida planeada, decidida. Había comenzado a llover finamente, lo que parecía bendecir estos primeros minutos de libertad que tanto había deseado y soñado. Los latidos de su corazón coincidían con el suave ritmo del golpeteo de gotas sobre su piel, ahora palidecido por el encarcelamiento. A un ritmo lento, sus ojos deambulaban entre los árboles y las rocas, descubriendo montañas y valles lejanos. Cuando Tôghàn salió, un guardia estacionado en una de las publicaciones gritó "¡Hasta la próxima!" Tôghàn se detuvo, volvió suavemente la cabeza y proclamó con absoluta seriedad: "¡No habrá la próxima vez!" Otro guardia cercano se echó a reír: "¡Eso es lo que todos dicen!" Tôghàn dejó a los dos hombres con sus propios chistes. La lluvia se intensificó, el cielo se oscureció en gris y los autos pasaron en procesión frente al terreno baldío que servía como área de estacionamiento. Alzando los ojos cerrados, Tôghàn escuchó una pequeña voz emerger de las profundidades de sus pensamientos: “¡Y ahora todo comienza! ¡Ahora mismo!"
Este extracto es de Tôghàn, publicado en el original francés por la Alianza Francesa de Vanuatu, con una introducción del Premio Nobel de Literatura JMG Le Clézio. Traducido por Simon Leser.
